Los cascos urbanos de los núcleos principales de Santiago-Pontones están compuestos por calles que reflejan la estructura urbanística orgánica medieval, en la que no se sigue una planificación regular y geométrica, sino más bien se construye según las necesidades dando lugar a calles irregulares y estrechas compuestas por viviendas serranas adaptadas para combatir las condiciones adversas del invierno, con fachadas de piedra con pequeños huecos, tejados para evacuar aguas y delgadas chimeneas.