Vivienda Rural La Tienda de Felipe
La Vivienda Rural JA-00686 denominada “La Tienda de Felipe”, está situada en el centro de PONTONES, en pleno corazón del Parque Natural de la Sierra de Segura, y en un enclave privilegiado a 1.360 metros de altitud, pero rodeado, desde el mismo borde del pueblo, por montañas de alturas que oscilan entre los 1.700 y los 2000 metros de altitud.
La casa está construida sobre gruesos muros de piedra y toba de la zona, de 50 a 70cm de espesor, con acabado interior en piedra vista e incrustaciones de fósiles recogidos en su entorno, que en épocas prehistóricas estuvo bajo el nivel del mar.
La vivienda en la que os podéis alojar, ha sido Rehabilitada entre los años 2014 y 2016, por su actual propietario Julio Molina, basándose como concepto principal en el nombre del comercio y el de sus padres, Felipe Molina y su esposa Adoración, como fundadores del establecimiento original de “La Tienda de Felipe”, que continuaba así, con el oficio inicial de la Herrería Artesanal instalada junto al río Segura, continuando así la tradición familiar de sus antepasados artesanos y emprendedores que ejercieron los oficios de tintoreros, albañiles, carpinteros, etc.
En dicha edificación y en su planta baja estaba el comercio, del que se ha conservado su magnífico mostrador y en donde se podía comprar, desde una simple aguja, carrete de hilo, telas o botones a una máquina de coser para confeccionar cualquier prenda de vestir de la época. Comprar desde una simple punta o tornillo hasta la más compleja herramienta eléctrica, o al último electrodoméstico, desde una papeleta de azafrán, sal o azúcar a cualquier alimento, desde un pizarrín o lápiz a los primeros equipos electrónicos y lo más inimaginable que necesitases, incluidos los picos, azadas y herramientas de trabajo, así como las herraduras y atalajes para las caballerías como medio de transporte.
Con todo ello, cuando tras un ajetreado día de compras teniendo que venir y volver desde las numerosas y maravillosas aldeas del término municipal de Pontones, (hoy en día mal y bucólicamente llamadas como “Aldeas Perdidas” cuando su verdadero nombre debería ser de ¡Aldeas previa y desgraciadamente olvidadas y finalmente Arrasadas!).
Si resultaba que, a sus muy recordados y sufridos habitantes, se les agotaba el dinero o no lo traían, podían dejarlo “Apuntado en el Libro”, hasta después de recoger la cosecha, vender los corderos o la lana de las ovejas, o terminar la recogida de la aceituna, o volver de la campaña del tomate, de la vendimia o de una larga temporada en los Pirineos.
Aunque también podían sacarlo de su cuenta bancaría, si eran agraciados de poder tenerla, en las corresponsalías bancarias que a su vez se disponía en el mismo establecimiento, y si aún parecía poco, quedarte y disfrutar del cine en la sala de proyección que también disponía la familia Molina y verte el NODO o uno de los últimos éxitos de Cifesa, como “La Lola se va a los puertos” o “Alba de América”.
La Rehabilitación
De aquellos vestigios, se ha procurado mantener en lo posible la estructura original datada en los finales de 1800 y que se basaba en tres casas menores adosadas con seis gruesos muros de piedra, y casi la totalidad de la estructura de cubierta, con sus gruesas cumbreras y vigas vistas y los palos de revoltones, de madera del fortísimo pino tea de la zona, de casi 150 años de antigüedad que están perfectamente conservadas y las que no rehabilitadas. Se han mantenido en lo posible los materiales utilizados en su última reforma completa, llevada a cabo en los años 1950 con sus suelos de baldosas hidráulicas antiguas y las escaleras de una sola pieza.
Distribución de toda la Vivienda
Con todo ello, se ha configurado el cuerpo principal de la vivienda mantenido, en la planta baja donde la familia regentaba la clásica Tienda del pueblo, dos amplios salones sociales, de 60 y 25 m2, para uso y disfrute de los huéspedes alojados en la vivienda.
Disponiendo en los pisos superiores, de una moderna cocina, totalmente equipada con Vitro-cerámica, horno, frigorífico, lavadora, lavavajillas, microondas, tostadora, cafetera, y todos los utensilios de vajilla, cristalería y cubertería.
Igualmente dispone de, dos cuartos de baño con termos de agua caliente, y cuatro dormitorios con una capacidad para 11 personas o plazas reconocidas por la oficina de turismo y dos estancias de uso privado. Contando a su vez con toda la ropa de cama, mantas, sábanas y toallas de mano y baño, habiendo instaladas varias televisiones de plasma.
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Dirección Plaza Príncipe de España, 1. Pontones |